EXTINCIÓN, PREJUICIO, ABANDONO Y “LUTO” Jorge Hessen

Traducido por: Mercedes Cruz Reyes 

Madri/Espanha

Un estudio de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, descubrió que aquellos que vivieron recientemente un cuadro de luto [1], especialmente los ancianos, pueden pasar por un proceso de re educación de las funciones de los neutrófilos. [2] Mas a pesar del peso del conocimiento científico sobre el relacionamiento entre luto y la enfermedad física, los síntomas acostumbran a ser completamente inesperados.

Para Jessica Mitchell, gerente del servicio de apoyo telefónico de la ONG Cruse Bereavement Care, las personas quedan bastante asombradas con la noticia de la muerte de un pariente y se sienten atormentadas hallando que hay algo errado con ellas. Las personas realmente no entienden, porque no se discute más sobre la muerte, explica Susan Hughes, de la ONG Compassionate Friends, que presta suporte a los familiares tras la muerte de niños. [3]

La falta de comprensión del tema “muerte y el luto” refleja la dificultad de la sociedad en hablar francamente sobre la desencarnación de alguien de la familia. Para algunos se trata de un gran tabú. Las personas no quieren ni oír a nadie hablar sobre ese asunto.

Ahora, en verdad el luto no es esencialmente tan insoportable como se imagina. ¿Se sabe que gran parte de los enlutados consigue suplantar bien una “perdida” de un pariente, entretanto porque razón algunas personas no consiguen superar el trauma? Muchas personas atraviesan años sobreviviendo como en los primeros y más complicados períodos del luto. Ellas no consiguen retomar la vida. Cultivan el dolor, en una especie de luto crónico, llamado por los psiquiatras de “luto patológico” u “luto complicado”. En las muertes traumáticas, como accidente, suicidio, asesinato, puede haber una fase de negación más prolongada; la culpa y la rebeldía pueden aparecer con más intensidad.

Para algunos el luto puede provocar una grave crisis doméstica, pues exige la tarea de renuncia, de excluir e incluir nuevos papeles en la escena familiar. Se Percibe entonces que existe ahí una confusión, pues esa crisis puede estancar el desenvolvimiento de los parientes, factor que puede definir el proceso de un luto crónico colectivo.

Es importante destacar aquí que el luto no adviene apenas por la muerte de un ente querido. Hay diferentes tipos de lutos, algunas veces más intensos, que acontecen después de la pérdida de un objeto o abandono afectivo de alguien al que se tenía apego. ¡Es verdad! Muchos adolecen físicamente totalmente apegados a algo, circunstancia o alguien es ahí la razón de sus desdichas y lo entrevé para la ascensión espiritual.

Talvez el gran precepto de la vida, que experimentamos severamente, es desapegarnos de cosas, situaciones y personas. Obviamente desapegar no es desamar o abatir el valor del objeto, de la cosa, más si es comprender y acoger el hecho de la transitoriedad de las circunstancias, de los objetos y personas. Es importantísimo irnos desapegando del pasado remoto o reciente y sintonizaremos las emociones en el presente sobretodo en aquello que es esencial dentro de las cosas y personas.

El Espiritismo nos esclarece bien sobre la inmortalidad. Jesús, hace dos mil años, reafirmó la realidad de la sobrevivencia del espíritu tras de la muerte y la continuidad de la vida en otras dimensiones. Por eso, nos alivia los corazones sufridos en el luto por las grandes “perdidas”, sea por la visita de la desencarnación, sea por el abandono de alguien querido, sea por la pérdida de ilusorios haberes o de posición social. ¡Todo pasa! Hasta incluso mismo el luto.

Referencias:

[1] Luto [do latín luctu] – 1. Sentimiento de pesar o de dolor por la muerte de alguien. 2. A exteriorização do referido sentimento ou o tempo de sua duração. 3. Consternação, tristeza.

[2] A parte mais abundante dos glóbulos brancos do sangue, responsáveis por combater bactérias como a da pneumonia

[3] Disponível em http://www.bbc.com/portuguese/geral-37030767. Acessão 08/12/2016